Según revela el diario The New York Times, en algunos casos Bagdad solo cierra los ojos ante las operaciones financieras de sus empresas y, en otros, los funcionarios iraquíes están directamente interesados en las transacciones ilegales con Irán.
Una fuente en la Administración de Obama denunció a ese medio que las organizaciones de Irán lograron establecer el control de, al menos, cuatro bancos privados en Irak. Esto garantiza a Teherán un acceso directo al sistema financiero internacional, mientras que la idea de las sanciones fue precisamente privarlo de la posibilidad de realizar operaciones financieras a ese nivel. En particular, figura el nombre del banco Elaf, uno de los mayores bancos iraquíes, que ya envió en efectivo a Irán decenas de millones de dólares.
Washington ya indicó varias veces a los oficiales iraquíes la imposibilidad de vínculos financieros con Teherán debido a las duras sanciones internacionales impuestas a la República Islámica. El vicesecretario del Departamento del Tesoro para Terrorismo e Inteligencia financiera, David Cohen, dijo a este respecto que Estados Unidos está "manteniendo el esfuerzo para prevenir que Irán eluda las sanciones económicas estadounidenses o internacionales a través de Irak o cualquier otro país".
Las sanciones internacionales contra Irán fueron aprobadas por la ONU en 2006 en respuesta al rechazo del país a suspender el enriquecimiento de uranio. A partir del 1 de julio de este año entró en vigor el embargo a los suministros del petróleo iraní por parte de la Unión Europea.