Uno de los principales organismos financieros de Dinamarca, Saxo Bank, ha elaborado una lista de los eventos más inesperados que pueden suceder en 2010 en el ámbito financiero.
Saxo Bank ha preparado una sorpresa tradicional navideña para los inversores. Los economistas suelen llamar 'cisnes negros' a sucesos imprevisibles que, si se realizan, harán inútiles incluso las tentativas de presagiar el futuro.
En otras palabras, tienen una sola consecuencia y es una catástrofe. Aunque los expertos del banco danés dicen que sus previsiones no son nada más que un producto de labor intelectual, sería útil que el mercado y los que trabajan en él las conocieran.
Aquí está la lista de las catástrofes que los daneses vaticinan para el año 2010:
En primer lugar, el oro. El mismo oro que sigue alcanzando máximos históricos desde hace varias semanas, el que, según muchos expertos occidentales, tendrá un precio estable de 1.100 dólares la onza el año siguiente, el que acaba de subir a un nivel de 1.300 dólares la onza, pues este mismo oro se desplomará hasta los 870 dólares. La razón es que el fortalecimiento del dólar puede privar al oro del fuerte apoyo especulativo del que ha gozado últimamente. Sin embargo, a largo plazo, se espera que alcanzará los 1.500 dólares.
El segundo en la lista es el dólar. El banco pronostica que la divisa norteamericana se recuperará. Lo que hemos observado recientemente es un comercio especulativo del dólar por la diferencia de los tipos de cambio. Ha sido demasiado prolongado y ya es hora de que pare. Además, la balanza comercial de EE.UU. se volverá positiva por primera vez en 35 años, aunque por unos meses.
En este sentido, distintos expertos adivinan distintas versiones sobre el futuro del dólar. Muchos expertos europeos opinan que el dólar seguirá abaratándose el año que viene mientras que los japoneses creen que el dólar avanzará, pero será el euro el que perderá valor.
El tercer lugar lo ocupa el yuan chino. Según los pronósticos daneses, bajará un 5% respecto al dólar. Los chinos se empeñan en parar el aumento de los créditos y evitar préstamos de calidad inferior. Eso puede hacer vulnerable el crecimiento ecónomico de China, que se debe a las inversiones extranjeras. Además, las inmensas reservas y el telón de fondo económico general de China pueden provocar una devaluación del yuan. La depreciación del yuan es un escenario muy dudoso que depende de muchas condiciones, opina Iósif Diskin, copresidente del Consejo de la Estrategia Nacional (organismo ruso que analiza temas geopolíticos, económicos y sociales). “La devaluación del yuan sólo es posible si China rechaza todos los principios de mercado en sus actividades económicas, pues dado el enorme influjo de la divisa extranjera en China, es inconcebible que se pueda devaluar salvo con métodos puramente administrativos,” dice.
En cuarto lugar, el azúcar. Según Saxo Bank, los precios caerán en una tercera parte. El reciente crecimiento sólo se debe al tiempo: la sequía en la India y la elevada pluviosidad en Brasil. Ya que ahora el tiempo se ha estabilizado, el precio del azúcar irá a la baja. No obstante, la mayoría de los expertos opina que el precio de los productos alimenticios subirá en 2010, mientras que el azúcar aumentará en un 40%.
En quinto lugar, una sensación política. Los estadounidenses, cansados de bancarrotas, estarán enfadados con el Gobierno y decidirán que los dos partidos actuales no dan abasto. Entonces aparecerá un tercer partido político en EE.UU. Será el que jugará el papel decisivo en las elecciones al Congreso en 2010.
Hay que tratar esos pronósticos, especialmente los más alucinantes, con mucha precaución, advierte Iósif Diskin.
“Es vital que durante la incipiente estabilización económica tales especulaciones no sean examinadas como escenarios reales y que no afecten a los nervios de las personas que toman las decisiones económicas”, dijo.
Otra cosa es que para tomar las decisiones económicas haya que tener una base de datos más completa. Además, los 'cisnes negros', de los que Saxo Bank había advertido en ocasiones anteriores, a veces sí que llegaron a producirse. El banco predijo que en el 2007 crecería el precio de crudo, que se aproximó a cerca de los 100 dólares el barril. Y a finales de 2007 vislumbró todos los indicios de una crisis gravísima y en 2008 todo el mundo afrontó la crisis.