La política financiera al estilo de EE.UU., en el bolsillo de los más ricos
La Fed "no debe descartar" nuevas políticas para mejorar el mercado de trabajo, señaló Bernanke en su discurso durante una reunión de banqueros centrales de Jackson Hole (Wyoming).
Los economistas aseguran que las pistas son suficientes para entender que la siguiente ronda de flexibilización cuantitativa -inyección artificial de recursos en la economía- no se excluye. Pero, ¿son seguras tales políticas para la población?
Durante la crisis de 2008, la mayoría de bancos centrales, por temor a la deflación y al colapso del sistema bancario y otros escenarios nada halagüeños siguieron el ejemplo de EE.UU. e imprimieron dinero inyectándolo a través de un programa de flexibilización cuantitativa, compra de bonos del gobierno y otros valores.
Todos caminos del dinero conducen al rico
Así, el Banco de Inglaterra, que también lo llevó a cabo, decidió averiguar qué pasó con el dinero impreso y a quién benefició realmente. Los resultados no fueron alentadores para la población. Los tipos de interés cayeron, la relajación cuantitativa redujo tanto las tasas de los préstamos como la de los depósitos que cambió la estructura de sus ingresos.
Todo esto eliminó las bases para ahorrar. La bajas tasas de interés convirtieron el ahorro en un fenómeno nada rentable, mientras gastar para el consumo normal y corriente pasó a ser una ocupación lucrativa.
Además, la medida afectó negativamente a los jubilados, ya que los fondos de jubilación invirtieron en bonos de gobierno cuyo rendimiento cayó significativamente. En realidad se benefició sólo el 5% de los británicos más ricos, que poseen el 40% de todos los activos.
Por lo tanto, Ben Bernanke se enfrenta a una elección muy importante: se trata no solo del lanzamiento de una nueva ronda de relajación cuantitativa en la economía de EE.UU., sino también del hecho de que otros bancos centrales también tomarán decisiones siguiendo sus pasos y sacrificando la prosperidad de sus ciudadanos.
Si la primera economía mundial se atreve a dar este paso, a corto plazo el dólar va a caer y los precios del petróleo subirán, advierten los expertos. Pero después llegará la hora de ajustar cuentas ya que los juegos con la liquidez no pasan desapercibidos: primero se trata de burbujas hinchadas que tarde o temprano suelen explotar.