Actualmente el Paso Cristo Redentor, en la provincia argentina de Mendoza, constituye el nexo por carretera más transitado entre las dos naciones. Sin embargo, debido a las condiciones climáticas de alta montaña esta vía está cerrada de 45 a 60 días al año, lo que impide la circulación de cientos de camiones. Un nuevo proyecto, llamado Corredor Bioceánico Aconcagua, pretende poner fin a este problema.
El plan es una iniciativa privada encabezada por la Corporación América, de Argentina, junto con empresas internacionales. De llevarse a cabo, incluiría un tramo de 52 kilómetros bajo tierra que pasaría a ser el quinto túnel ferroviario más largo del mundo y el de mayor longitud en el continente americano, señaló Nicolás Posse, director del proyecto.
Asimismo, los promotores del paso ferroviario defienden que sería una solución a largo plazo para el transporte de cargas entre los océanos Atlántico y Pacífico.
“Estamos apostando por reducir el viaje a la tercera parte y por que se obtenga mayor rentabilidad. Podemos hablar de tarifas que van a hacer que el flete sea más barato, lo que hará más competitivas las exportaciones de Argentina y Chile”, indicó Posse.
Un órgano conformado por los Gobiernos de Chile, Argentina y representantes de Corporación Andina, creado para resolver la viabilidad del proyecto, anunciará a finales de este mes si éste es factible o no.