"En las zonas donde hay combates, los precios de los alimentos casi se duplicaron. En las provincias visitadas por el personal del PMA, los precios, que ya eran altos, habían crecido un 20%", dijo la representante. Según Beers, “también se nota una escasez de gas que hace que no esté disponible ni el necesario para cocinar y su valor se incrementó un 400%”.
"Podemos ver que en algunas zonas donde hay cada vez más violencia, también siguen creciendo los precios desde que comenzaron los enfrentamientos", señaló. Los disturbios en Siria se iniciaron en marzo del año pasado.
Desde el principio del otoño, Rusia ha enviado a Siria tres lotes de ayuda humanitaria con un total de unas 150 toneladas. Los envíos incluyen alimentos de primera necesidad, como azúcar, pescado y carne enlatados y comida para bebés.