Este año en EE.UU, gracias a los altos precios y a la aplicación de nuevas tecnologías de perforación, tales como el ‘fracking' (fractura hidráulica), la producción de crudo podría aumentar un 7%, a un promedio de 10,9 millones de barriles diarios.
Según la agencia AP, EE.UU. encadena el cuarto año consecutivo de aumento continuo de la producción de crudo, período que contrasta con las dos décadas precedentes de reducción -desde 1986 hasta 2008- cuando los volúmenes cayeron casi cada año, lo que llevó a una disminución total de un 44%.
El Ministerio de Energía de EE.UU. pronostica que el próximo año la producción de petróleo y otros hidrocarburos líquidos alcanzará un promedio de 11,4 millones de barriles diarios, pisando de esa forma los talones a Arabia Saudita, que ahora produce 11,6 millones de barriles al día.
La 'coronación' de EE.UU. depende tanto de los precios de 'oro negro' en los mercados mundiales, como del volumen de producción de crudo en Arabia Saudita, donde, según la Agencia Internacional de la Energía, el volumen de la producción se mantendrá al mismo nivel hasta el 2017. Pero si el precio de petróleo cayera por debajo de los 75 dólares por barril, es muy probable que EE.UU. empiece a reducir la cantidad de sus pozos.