En numerosas ocasiones las agencias de calificaciones han sido acusadas de hacer declaraciones inapropiadas que agravan la situación económica en el mundo, pero la sentencia dictada este lunes por el tribunal australiano en contra de Standard & Poors (S&P), la primera de este tipo en el mundo, ha establecido un precedente legal. Es muy probable que en un futuro muy próximo le siga una avalancha de reclamaciones por parte de Europa, sumergida en la actualidad en una profunda crisis económica agudizada en numerosas ocasiones por las declaraciones especulativas de las empresas calificadoras.
Según el Tribunal Federal de Sídney, la calificación otorgada por S&P fue "engañosa y falaz" y supuso la "tergiversación negligente" de los valores etiquetados por parte de los inversores potenciales en Australia. En consecuencia, la agencia tendrá que indemnizar a los litigantes 30 millones de dólares australianos (31 millones de dólares estadounidenses o 24,2 millones de euros) junto con el banco de inversiones holandés ABN AMRO y la empresa Servicios Financieros.
Los querellantes en este caso han sido los ayuntamientos del estado australiano de Nueva Gales del Sur. En 2006 adquirieron obligaciones de deuda proporcional constante, conocidos también como bonos Rembrandt, un producto financiero creado por ABN AMRO y a los que S&P otorgó la máxima calificación, la AAA. En los siguientes dos años los municipios perdieron un 93% del capital invertido. Según el Tribunal Federal de Sídney, ABN AMRO es culpable de forzar la calificación favorable y los gobiernos locales, de no haber analizado adecuadamente los bonos antes de la compra.
"Las agencias crediticias ya no podrán esconderse detrás de los descargos de responsabilidad para buscar la absolución de sus responsabilidades", comentó Amanda Banton, representante legal de los demandantes.
Según calcula el director de la empresa de financiación de litigios IMF Australia, John Walker, solo en Europa se emitieron más de 1.559 millones de euros (2.000 millones de dólares estadounidenses) en obligaciones de deuda proporcional-constante.
Cabe mencionar que en julio de este año la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA, por sus siglas en inglés) ha iniciado una 'gran ofensiva' contra las agencias calificadoras que tiene como objetivo acabar con las prácticas especulativas por su parte. La inspección, cuyos resultados se darán a conocer a finales de este año, está destinada a averiguar si las tres compañías estadounidenses que dominan el sector de las calificaciones a nivel mundial -Standard & Poor's (S&P), Moody's y Fitch Ratings- realizan su peritaje de los bancos con la escrupulosidad necesaria.