"Eso es un número asombroso, especialmente con la situación financiera en la cual hemos estado", dijo Cuomo en una conferencia de prensa.
Las pérdidas por los desastres naturales parecen afectar también a los empresarios, que por todos los medios han decidido reembolsar lo perdido. Alrededor de 400 personas ya se han quejado a las autoridades por el hecho de que los alimentos y productos de primera necesidad tras el desastre son más caros.
Un paquete de patatas, que antes costaba 2,5 dólares, cuesta ahora siete o más. Por una caja de cerillas piden 10 dólares. Las colas en las gasolineras, donde casi no hay combustible, se extienden por kilómetros.
Además, debido a la alta demanda de gasolina, en la ciudad de Nueva York y Long Island introducen un sistema de racionamiento el viernes. "Esto no es un paso que tomamos a la ligera, pero dadas la escasez de gasolina y las frustraciones crecientes de neoyorquinos, creemos que es el paso correcto", afirmó el alcalde Michael Bloomberg.
"La ley prohíbe que lo hagan. Ya hemos recibido suficientes quejas de los ciudadanos y vamos a tomar medidas. Por supuesto, la mayoría de los vendedores entiende que los clientes son sus vecinos y obtener beneficios adicionales no está bien, pero de todos modos esta situación requiere una vigilancia particular", dijo el fiscal general de Nueva York, Eric Schneiderman.