Rusia y Bielorrusia llegan a un acuerdo sobre el suministro de petróleo
Rusia y Bielorrusia resolvieron la disputa sobre el suministro de petróleo crudo ruso a Bielorrusia y sobre su tránsito a Europa. Los representantes de los dos países llegaron a un compromiso y firmaron una serie de acuerdos durante las conversaciones que tuvieron lugar en Moscú. Sin embargo, Rusia fue obligada a hacer algunas concesiones, informó al presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, el viceprimer ministro ruso Ígor Sechin.
Al terminar las negociaciones, los vicepresidentes de ambos países, Ígor Sechin y Vladímir Semashko, aseguraron a los consumidores europeos un suministro estable de petróleo. Además, informaron de los detalles de los acuerdos firmados. En particular, precisaron que Moscú suministrará a Minsk 6,3 millones de toneladas de petróleo sin arancel para el consumo interno de Bielorrusia. Por su parte, Minsk anunció que la tarifa del tránsito de petróleo crecerá en un 11%.
Posteriormente durante el encuentro con Medvédev, Sechin le aseguró que los acuerdos concluidos con Bielorrusia se ajustan a los intereses de las compañías rusas. Al mismo tiempo, indicó que las negociaciones fueron complicadas y Moscú aceptó un compromiso para arreglar todos los puntos discutibles. "La postura de la parte bielorrusa fue muy dura. Aceptamos algunos compromisos, teniendo en cuenta nuestras relaciones especiales con esta república hermana".
La disputa entre los dos estados comenzó en diciembre del año pasado y fue provocada por el hecho de que Bielorrusia no estaba de acuerdo con las condiciones propuestas por Rusia para el suministro de petróleo en 2010. En particular, Moscú propuso suministrar a Minsk sin impuestos tanta cantidad de combustible como necesitara para el consumo interno, y lo demás comprarlo a precios de mercado. Sin embargo, Minsk insistió en que se conservara la franquicia en totalidad, apelando a que ambos países se encontrarían en un espacio aduanero único desde el principio del año. De no ser así, los bielorrusos amenazaban con aumentar los impuestos para el tránsito de petróleo a través de su territorio más de 10 veces.
En total Bielorrusia compraba a Rusia cerca de 21 millones de toneladas de petróleo. Mientras tanto el país consumía sólo 6,3 millones y todo lo demás lo elaboraba en sus plantas y lo vendía en el extranjero, obteniendo grandes beneficios.