El "moderado" plan de rescate de Grecia
Los ministros de Finanzas de la UE respaldaron el plan de austeridad del gobierno de Grecia, pero le pidieron que reduzca su déficit público estimado en 12,7 % del PIB en 2009.
"En marzo verificaremos si Grecia está por buen camino, si no, se pedirán medidas adicionales", explicó Jean-Claude Juncker, primer ministro luxemburgués y presidente del eurogrupo que integra a los ministros de Finanzas de los países de la zona del euro.
Las medidas adicionales "deberían centrarse en el recorte de gastos y el incremento de los impuestos sobre productos importados”, detalló Juncker en rueda de prensa tras una reunión del eurogrupo en Bruselas añadiendo que ˝los contribuyentes en Alemania, Bélgica, Holanda y Luxemburgo no están dispuestos a corregir las fallas de la política presupuestaria griega".
Por su parte, el ministro de Finanzas griego, George Papaconstantinu, pidió paciencia a sus socios y aseguró que su país hará todo lo necesario para cumplir con lo prometido.
"Estamos intentando cambiar el rumbo del Titanic, pero eso no se puede hacer en un día. Si se necesitan medidas fiscales adicionales, las adoptaremos", afirmó.
La Eurozona sólo se compromete por ahora a "no dejar caer a Grecia", sin explicar cómo lo hará ni quién pagará la cuenta. Grecia en cambio no da más pasos. Es un juego de nervios, porque la zona del euro no puede dejar caer al país del sureste de Europa, pero el país heleno lo sabe y podría no hacer todo lo necesario para arreglar sus cuentas a la espera de la ayuda financiera europea.
El 16 de marzo Grecia presentará un informe con las medidas tomadas hasta entonces. Si la Eurozona considera que no es suficiente, podrá imponer a Grecia recortes suplementarios.
En ese supuesto la UE tendría dos opciones: buscar la forma de salvar al país o dejar que se hunda, con el riesgo de que el torbellino arrastre a otras economías y ponga en peligro al euro.
La situación se complica por la información según la cual Grecia pudo haber recurrido hace pocos años a operaciones financieras para ocultar la magnitud de su deuda pública, lo que agregó nuevos motivos para el escepticismo en relación con sus socios europeos.
Según el diario estadounidense The New York Times, ese país con la ayuda de los bancos de Wall Street incurrió durante décadas en prácticas que le permitieron circunvalar los límites de deuda establecidos por Bruselas. En concreto, una transacción promovida por Goldman Sachs permitió al país mediterráneo ocultar miles de millones en deuda de las autoridades supervisoras de Bruselas. Incluso cuando la crisis fiscal de Grecia estaba en un punto sin marcha atrás, los bancos de Wall Street buscaban mecanismos para ayudar a ese país a evitar preguntas incómodas por parte de Bruselas.
La táctica ofrecida por Goldman ya había funcionado en 2001, poco después de la admisión de Grecia en la zona del euro. Entonces, esta firma esquematizó una estrategia mediante la cual Atenas pudo tomar prestado miles de millones sin superar los límites fijados por Bruselas.
La transacción secreta permitió a Grecia cumplir las normas de Bruselas mientras seguía gastando más de lo que tenía, afirma el The New York Times.