Mientras la participación de EE.UU. en el sistema bancario en la sombra -conjunto de entidades financieras que sustentan operaciones que ocurren fuera del alcance de las entidades nacionales de regulación- ha disminuido ligeramente de un 44% a un 35%. La parte principal de la actividad bancaria ilegal mundial se concentra ahora en el Reino Unido y en los países de Europa, zona que ha caído en una nueva recesión y que tiene una alta tasa de desempleo.
Según el FSB, ese sector ha eludido hasta ahora las normativas impuestas al sistema bancario, pese a ser uno de los agravantes de la crisis que estalló en el 2007.
En la actualidad, el organismo trata de unificar criterios y reforzar el control y la regulación de esas empresas privadas que operan en renta variable. En ese sentido, considera que las grandes empresas tienen que revelar más información sobre las transacciones con los inversores.
El órgano internacional tiene previsto presentar algunas propuestas para luchar contra la banca en la sombra en la cumbre G-20 que se celebrará el próximo año en San Petersburgo. Así, recomienda aumentar la vigilancia y la regulación del sector, incluida una vigilancia que realice revisiones periódicas y pueda evolucionar en respuesta a los cambios en el mercado.