En esta misma línea opinó ante RT el analista político Miguel-Anxo Murado, subrayando que la posible separación de Cataluña afectaría mucho la economía española. “No sabemos si la independencia sería muy beneficiosa para Cataluña, probablemente sí, pero lo que sabemos con seguridad es que sería muy perjudicial para la economía española”, destacó.
En un primer momento parece un buen negocio para Cataluña. Pero hay una trampa, destacan los expertos. Si la región formalmente se separa, podría tener que abandonar el euro y la UE, al menos temporalmente. El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, expresó en su momento que Cataluña tendría que solicitar su incorporación al bloque.
Un camino con obstáculos
La renuncia al euro podría causar un poco de desorganización económica, según Credit Suisse. Además, el Gobierno de Cataluña sigue estando altamente endeudado y esto sería un problema si no puede contar con los fondos de rescate de la zona euro.
"Una caída del 20% en el ingreso per cápita de llevaría a Cataluña a una caída por debajo del nivel de riqueza del resto de España", estima el informe. "Y esto no tiene en cuenta los posibles efectos provenientes de la fuga de capitales, la inestabilidad financiera y la introducción de una nueva moneda".
De hecho, esa es una razón por la que Credit Suisse cree que los llamamientos a la independencia son más una táctica de negociación por parte del Gobierno de Cataluña que una posibilidad seria. La secesión no solo requeriría un cambio en la Constitución de España -es poco probable que el Gobierno central lo permita– sino que también podría causar un caos económico.
"Por tanto, es muy poco probable", concluye el informe, "que Cataluña opte por la opción de declarar unilateralmente su independencia". Aunque, por supuesto, todavía no es una certeza.