Bruselas ultima un documento relativo a las ayudas públicas dedicado a la reestructuración en el que se estipula un recorte de 8.000 empleos en Bankia y Novagalicia -casi 6.000 en Bankia y el resto en la entidad gallega-, en forma de despidos directos o recortes debido a la venta o cierre de filiales, según fuentes próximas a las negociaciones citadas por "El País".
En el caso de CatalunyaCaixa y Banco de Valencia lo más probable es que no haya petición expresa de recortes de plantilla porque están en proceso de subasta. “Europa entiende que la reducción de empleados y sucursales dependerá de quién sea el comprador”, destacan fuentes de la entidad catalana. La primera ya ha recortado su plantilla en 1.300 personas (ahora tiene 7.200) y la valenciana ha eliminado 370 empleos (quedándose su plantilla reducida a 1.610 trabajadores).
En general, a cambio de las ayudas Bruselas demanda una reestructuración integral a fin de sanear totalmente las entidades. Los bancos con ayudas deberán centrar su negocio en sus regiones de procedencia y en la banca familiar, en una especie de vuelta a los orígenes. Y deberán vender buena parte del resto de negocio en poco tiempo.
España encabeza la lista de países de la zona euro por el volumen de dinero que tiene que devolver al BCE, entidad que se convirtió hace tiempo en su principal fuente de financiación debido a la profunda desconfianza de los mercados hacia la economía española.
La economía española se ha visto muy afectada por el colapso del mercado de la vivienda y la reducción del nivel de gasto de los consumidores que perdieron la posibilidad de obtener préstamos de los bancos.
La situación se complica también por los serios problemas que arrastra el sector bancario, que obligó al Gobierno a solicitar la asistencia financiera internacional, y la situación deplorable de las regiones. Ahora Europa discute activamente si España buscará un rescate total. Los expertos no dudan que esto pasará muy pronto.