“En términos de pérdidas de ingresos y producción, esto es tan malo como una guerra mundial. Esta es la escala de la que estamos hablando”. De este modo Andy Haldane, el director ejecutivo de Estabilidad Financiera del Banco de Inglaterra, el banco central del Reino Unido encargado de dictar la política monetaria del país, comentó a Radio 4, de la BBC, los desafíos económicos a los que Gran Bretaña se enfrenta hoy en día.
Al mismo tiempo Haldane subrayó que el periodo subsiguiente a la Segunda Guerra Mundial fue incluso más benevolente desde el punto de vista económico que la situación de ahora. Destacó que en aquel entonces las tasas de producción empezaron a recuperarse muy rápidamente, mientras que ahora, cuatro años después del comienzo de la recesión, el volumen real del PIB británico es todavía 3,1% inferior al de 2008.
"Si tenemos suerte, serán nuestros hijos quienes paguen el coste de esta crisis. Pero es más probable que sean nuestros nietos a quienes les toque hacerlo”, acentuó el economista. Destacó que la crisis bancaria en todo el mundo estalló debido a un sinfín de préstamos inseguros concedidos a gente que no podía devolverlos y puntualizó que hasta hoy en día muchos bancos todavía poseen activos de riesgo de este tipo, ‘escondidos’ entre sus registros.
De acuerdo con Haldane, la ira popular contra la banca está plenamente justificada. “Sería asombroso que la gente no saliera a las calles, haciendo grandes preguntas sobre dónde han fallado las finanzas. La opinión pública tiene toda la razón para estar profundamente disgustada y enojada con lo ocurrido”, añadió. Cabe recordar que en un comentario público de hace dos meses, Haldane apreció la contribución del movimiento Ocupa Wall Street en la reforma financiera y destacó que el grupo había tocado “un nervio moral” y logró hacer que los legisladores escucharan su voz.