"La acción de Argentina es totalmente injustificada y sin base, dado que la regulación española nunca ha tenido un impacto en el comercio de Argentina con España o con el conjunto de la Unión Europea", dijo el portavoz comunitario de Comercio, John Clancy.
Además, la Unión Europea, junto con EE.UU. y Japón, han solicitado a la OMC que se pronuncie sobre una disputa sobre las "restricciones".
Por su parte, Buenos Aires rechazó las acusaciones de UE, y defendió su demanda ante la OMC por no ser “ni redundante ni injustificada", subrayando que, en vez de dialogar, ellos optaron por “acciones vagas y generales”.
Según la Cancillería argentina, la reaccion de EE.UU., Japón y UE es "la mejor evidencia de que ante demandas específicas realizadas por Argentina responden con una acción generalista que busca distraer a la opinión pública, en lugar de resolver las barreras comerciales que sufren los productos argentinos".
El economista Alejandro Fiorito opina que la dura reacción a las reclamaciones de Argentina podrían tener un matiz político. "En el caso europeo se añade al tema de la naciolalización de YPF por parte de argentina, en el cual España, negando la importación de biodiesel, hace un intento de retallar algo que en realidad no le corresponde", dice el economista. "La Unión Europea responde de acuerdo a estos interes", sentencia.