Rusia 'coloca otra piedra' para aliviar la crisis energética en Europa

El gasoducto South Stream atravesará unos 900 kilómetros de fondo marítimo para llegar al puerto búlgaro de Varna y de ahí una red de tuberías subterráneas continuará por los territorios de Serbia, Hungría y Eslovenia rumbo a Austria. A medida que avance la construcción, se espera que el tubo se extienda hacia Macedonia, Croacia, Bosnia y Herzegovina. Mientras tanto, otro ramo irá por otro lado, por el fondo del mar Adriático, desde la costa griega hasta el sur de Italia. y por el fondo del mar Adriático (desde la costa griega hasta el sur de Italia).

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Según detallan los especialistas, el proyecto permitirá que el combustible llegue a los consumidores en Europa Central y Europa del Sur directamente, lo que dará la posibilidad de evitar una crisis de tarifas. Junto al otro proyecto, Nord Stream, garantizará la seguridad energética en el Viejo Continente.

Se prevé que la construcción de la primera línea del South Stream se termine dentro de tres años y los primeros suministros comerciales tengan lugar a partir de 2016. La capacidad programada del gasoducto es de 63.000 millones de metros cúbicos de gas anuales, pero en la primera etapa de funcionamiento se limitará a transportar unos 30.000 millones de metros cúbicos.