El nuevo reparto busca que el mayor organismo de la integración mundial evite un brusco descenso de su presupuesto en caso de fuertes reducciones de las aportaciones de otros miembros. Además, facilitará que los países desarrollados como Alemania, Francia, Japón y el Reino Unido puedan reducir sus contribuciones.
China abonará un 61% adicional, lo que eleva su parte en el presupuesto general del 3,2 al 5,1%. La segunda economía más grande superará así a Canadá e Italia, pero seguirá por debajo de los cinco mayores contribuyentes de la ONU, entre los que se encuentra Rusia desde la celebración de la primera Asamblea General; no obstante, a partir de este año Moscú contribuirá aún el 52% más respecto a los años anteriores.
India aceptó una subida algo menor en el grupo: sus pagos crecerán un 24%. Y eso que el país aspira a conseguir un puesto permanente en el Consejo de Seguridad.
En la sede de las Naciones Unidas en Nueva York consideran que el nuevo acuerdo presupuestario es representativo de los cambios que se están produciendo en la economía mundial. Así, el presupuesto ordinario oficial contará con 5.400 millones de dólares.