Colorado y Wyoming son dos estados que cuentan con uno de los yacimientos petrolíferos más importantes del país y que aún no está completamente investigado. En las grandes llanuras cada vez son más los pozos del petróleo que salpican los trigales.
En 2008 el yacimiento petrolífero del condado de Weld (Colorado) produjo alrededor de 83.000 barriles. Este año se espera que alcance casi 10 millones de barriles.
Para incrementar la producción, el consorcio Noble Energy planea invertir 1.700 millones de dólares en la zona de extracción. En los próximos cinco años el total de las inversiones llegará a 8.000 millones.
Se espera que esta y otras empresas que tienen acceso al yacimiento aseguren el auge con la tecnología de fractura hidráulica de las fisuras de roca. En vez de los tradicionales pozos verticales las compañías estadounidenses taladran múltiples horizontales: una tecnología que presenta, según opinan los empleados de Noble Energy, el futuro de la industria.
Contaminación advertida
A su vez, los ecologistas afirman que los pronósticos hacen caso omiso del carácter contaminante de esta técnica. Para extraer el recurso de cada pozo horizontal se suelen cargar las fisuras con hasta 37,8 millones de litros de agua dulce.
Algunos de esos expertos advierten asimismo sobre el alto coste de este sistema. Cierto efecto sísmico también ha sido denunciado como consecuencia de las inyecciones de líquido a presión en las regiones petrolíferas estadounidenses.