"Por otra parte, Europa no está creciendo, Europa está en recesión, y Japón apenas está creciendo. Entonces, si EE.UU. se viniera a sumar a las economías avanzadas que no están creciendo, existe un riesgo muy grande de que la economía mundial pueda caer en otra recesión", agregó.
Se prevé que el lunes por la tarde se celebre una votación en el Senado. No obstante, la Cámara de Representantes, controlada por los republicanos no se reunirá hasta el martes para considerar el acuerdo.
Aunque la votación en la Cámara, que debe dar luz verde al acuerdo, tendrá lugar después de la fecha límite del 1 de enero bastará para evitar las consecuencias de la caída en el precipicio fiscal causado por los recortes en el gasto y la elevación de impuestos.
El acuerdo no pondrá fin a las luchas partidistas en torno al presupuesto, ya que solo aborda cuestiones fiscales.
Las negociaciones más difíciles, aquellas que versan sobre los recortes de gastos, han sido pospuestas por dos meses.
Los republicanos confían en tener una mayor influencia para obligar a la administración y a los demócratas a reducir el gasto durante el debate sobre el levantamiento del techo de deuda de EE.UU., programado para febrero.