El paquete de medidas financieras que los líderes republicanos y demócratas lograron acordar en el último momento está destinado a evitar el denominado precipicio fiscal asociado a la entrada en vigor este 1 de enero de las nuevas subidas de impuestos y los recortes del gasto público.
Este martes 1 de enero expiran automáticamente dos leyes sobre el presupuesto de EE.UU.: las exenciones fiscales aprobadas durante el gobierno de George W. Bush quedan canceladas, mientras que los gastos federales se reducen en 600.000 millones de dólares (o el 6% del PIB nacional).
El precipicio fiscal amenaza la situación económica del país que ya se encuentra en recesión. De hecho, la cancelación de las exenciones fiscales podría privar de empleo a un millón de personas. En otras palabras, de no evitarse el precipicio fiscal la tasa de desempleo podría aumentar en un 0,7% sobre el nivel actual del 8,3%, que no varía por tercer año consecutivo.