La próxima crisis, según Roubini, podría estallar en tan sólo dos meses, con la aplicación de los recortes de gastos programada para el mismo periodo en que EE.UU. alcanzará el techo de la deuda, lo que -afirma el analista- dará pie a otro "desordenado" debate entre demócratas y republicanos.
"El panorama a largo plazo es más triste todavía. La realidad es que EE.UU. aún está por despertar ante toda la dimensión de su pesadilla fiscal , dijo Roubini.
"Ni demócratas ni republicanos reconocen que el mantenimiento de un estado de bienestar básico, que es justo y necesario en nuestra era de la globalización, el rápido cambio tecnológico y la presión demográfica, implican mayores impuestos para la clase media así como para los ricos. Un acuerdo que extiende los recortes fiscales insostenibles para el 98 por ciento de los estadounidenses es, por lo tanto, una victoria pírrica para Obama”, concluyó el economista.
"En resumen, el 'mini acuerdo' sobre el precipicio fiscal esquivó todas las cuestiones importantes. Al no incluir recortes de gastos en el acuerdo, los demócratas han animado a los republicanos, que están decididos a reducir los impuestos, pero carecen de un plan para costearlo. Esto de nuevo depende de los políticos de Washington, de si solucionan el problema antes de que el mercado lo haga por ellos. El acuerdo del martes sugiere que esto no va a suceder con facilidad", subraya.