Según él, el único método de evitar el desastre es revisar el nivel de gasto en programas sociales, tales como Medicare. De lo contrario, en su opinión, la crisis puede adquirir formas imprevisibles.
"La decisión de aumentar los impuestos sobre los ingresos de los ciudadanos ricos fue políticamente fácil. Pero necesitamos más ingresos y aquí hay una necesidad de tomar decisiones difíciles. Cuando la cantidad de programas sociales está creciendo más rápidamente que la economía, aumentar los impuestos no es una forma de resolver el problema", dijo Paulson.
Según él, una crisis de deuda que se avecina en EE.UU. puede ser mucho más devastadora que la crisis financiera en 2008, ya que será aún más difícil de contener debido a la fuerte subida de los tipos de interés.
"Es imposible predecir con exactitud la fecha del inicio de la crisis pero tarde o temprano ocurrirá. En las condiciones de enfrentamiento de la política y el mercado siempre gana el último”, destacó.
El Congreso debe aumentar el límite máximo de la deuda pública a un nivel de 16,4 billones de dólares a mediados de febrero o principios de marzo. Los analistas advierten que si el Gobierno no consigue resolver el problema en el futuro cercano, va a agravar la situación en los mercados financieros y golpear el crecimiento económico.