Suiza lava su imagen de paraíso fiscal

Los ciudadanos del país helvético, que exigen a su Gobierno que suprima las exenciones fiscales a los ricos, ya han recolectado más de 100.000 firmas para someter su propuesta a referendo.
A las críticas internas se suma la fuerte presión internacional. "Claro que ahora en plena crisis europea, con lo numerosos que son los países endeudados, la UE demanda a Suiza cada vez con más energía cerrar las 'escapatorias financieras' y los oasis fiscales. Y todo ello es para mejor, porque las autoridades tienen al final un motivo para recuperar la igualdad", sostiene Susanne Leutenegger Oberholzer, miembro del Partido Socialista. 


Más de cinco mil extranjeros adinerados han elegido Suiza como su residencia fiscal.

El único impuesto que tienen que pagar es una suma fija, que no depende de sus ingresos, sino del valor del alquiler de sus propiedades, con la condición de que no trabajen en el país. Además, las condiciones impositivas se pueden negociar con las autoridades fiscales locales.

"Solo tienen que comprar aquí un chalet, pasar allí un par de días y ya está,  tienen derecho a pagar unos impuestos que son ridículos en comparación con sus ingresos. Mientras que los propios suizos tenemos que pagar de nuestros sueldos todos los impuestos hasta el último franco", se indigna Margret Kiener Nellen, diputada en el Consejo Nacional del Partido Socialista Suizo.

Entre los que se benefician de esta situación fiscal se encuentran el piloto de Fórmula Uno Michael Schumacher, los cantantes Phil Collins y Tina Turner, así como el hombre más acaudalado de Suiza, el fundador de los grandes almacenes de muebles Ikea, Ingvar Kamprad.

Los expertos advierten que la eliminación de exenciones fiscales podría degenerar en un éxodo de las grandes fortunas extranjeras del país.

El cantón de Zúrich, sede de la banca suiza, perdió casi la mitad de sus millonarios foráneos dos años después de suprimir las ventajas fiscales a los adinerados.

"Las celebridades que se mudan a Suiza buscan la tranquilidad lejos de las preocupaciones diarias. Y para las provincias remotas donde se aloja esta gente, llegan a ser unos contribuyentes de importancia. Si se les quitan los privilegios fiscales, sencillamente se irán. Eso afectaría ante todo a la economía local", señala Christian Wasserfallen del Partido Radical Democrático Suizo.

Pero la decisión del presidente francés François Hollande de aumentar los impuestos a los ricos parece haber iluminado a la izquierda suiza, que insiste en eliminar los santuarios financieros a nivel federal.

La iniciativa ya ha tenido una posible respuesta: el campeón Michael Schumacher asegura que abandonará el idílico país si las leyes fiscales cambian.