Para apoyar esta tesis el sitio cita a un escritor estadounidense, Jerome Corsi, que afirma que el banco Central de China ha lanzado un plan de creación de "zonas de desarrollo" en EE.UU. que permitirían al gigante asiático "establecer empresas de propiedad china y traer a sus ciudadanos para que trabajen EE.UU.".
Según el plan, algunos de los 1,17 billones de dólares que EE.UU. le debe a China pasarían de ser deuda a convertirse en "acciones". En resultado, "China será la propietaria de empresas de Estados Unidos, de su infraestructura y de sus tierras de gran valor, todo ello con la garantía del gobierno de EE.UU. contra pérdida", comenta.
¿China se traga a EE.UU.?
La colonización económica de EE.UU. por parte de China se encuentra en una etapa más avanzada de lo que la mayoría que los estadounidenses se atrevería a imaginar.
Así, por ejemplo, aunque la deuda de EE.UU. ya es grande, los políticos estadounidenses están constantemente pidiendo a China que preste más dinero. Hoy en día, el gobierno de EE.UU. paga al gigante asiático unos 100 millones de dólares diarios en intereses de deuda.
"Gracias a nuestro enorme déficit comercial y la deuda nacional que explota, China se está enriqueciendo de manera sistemática y EE.UU. se convierte en sistemáticamente más pobre", indica 'theeconomiccollapseblog.com'.
Además, hay ciudades estadounidenses donde el 50% de los residentes se declaran chinos, por ejemplo en Richmond u otras comunidades a lo largo de la costa oeste de Estados Unidos. De hecho, los ciudadanos chinos han comprado una de cada diez viviendas que se vendieron en el estado de California en 2011.
Los inversores chinos también se muestran activos. Por ejemplo, Toledo y Ohio son lugares donde compran activamente bienes raíces. Esto se añade otras 44 señales de la colonización china de EE.UU., según el sitio web.
Entre ellas figura el reciente anuncio de la Reserva Federal (Fed) de permitir a las entidades chinas adquirir bancos estadounidenses o el hecho de que China sea el principal proveedor de componentes que son críticos para el funcionamiento de los sistemas de defensa de Estados Unidos entre otras.