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A Argentina le falta gasolina

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Argentina tiene insuficiencia de gasolina, lo que forzará al país a importar combustible por primera vez en tres décadas.

Argentina tiene insuficiencia de gasolina, lo que forzará al país a importar combustible por primera vez en tres décadas.

YPF, la filial argentina de Repsol YPF, importará unos 50.000 metros cúbicos de gasolina, equivalente al 20% de su producción mensual. Se intentará así acabar con escenas como las que se repiten en algunas de sus gasolineras, en las que se acumulan largas colas de vehículos por una bajada en la producción de otras petroleras con menos participación en Argentina, como Shell, Esso y Petrobras.

Algunos atribuyen el fenómeno a un aumento en la demanda, debido al mayor número de argentinos que decidió pasar las vacaciones de verano en el país.

La falta de gasolina, en una nación que hasta hace poco exportaba combustible, podría ser una señal preocupante sobre el estado del sector energético.

Los expertos advierten de que en la última década Argentina no ha invertido lo suficiente para aumentar la producción de petróleo y gasolina. La consecuencia es la escasez actual de combustible, que se suma a la que en determinadas épocas del año se registra también con el gasóleo y el gas natural comprimido.

YPF, cuyo 84% pertenece a Repsol y el 15% a la familia Eskenazi, que tiene la gestión de la filial, importará gasolina después de tres décadas en las que ninguna petrolera argentina lo ha hecho, según informa el periódico La Nación.

La compra de combustible en el exterior se atribuye a dos factores: al "crecimiento de la demanda" después de la recesión de 2009, y al hecho de que sus competidores -la brasileña Petrobras, la anglo-holandesa Royal Dutch/Shell y la estadounidense Exxon Mobil- disminuyeron la producción y elevaron los precios, señala el portavoz de YPF.

En las últimas semanas, algunas gasolineras han sufrido momentáneas interrupciones de las ventas por falta de suministro, al tiempo que los precios aumentaban a costes todavía menores que los de Brasil, pero mayores a los de Venezuela, por citar dos países petroleros sudamericanos.

En el último año y medio, la gasolina se encareció un 20%, y el gasóleo, un 40%, mientras que desde 2005 han cerrado 3.500 gasolineras por la caída de la rentabilidad. Las que sobreviven han recortado su plantilla y ahora se enfrentan a la petición del sindicato de que se aumenten los sueldos un 30% ante la creciente inflación, que se ha recalentado de la mano de la reactivación económica.

La desproporción entre la baja oferta y la demanda  ha influido en los costos del combustible. En lo que va de 2010 la gasolina ya registró tres aumentos de precio, y ya supera el dólar por litro en la capital. Los economistas estiman que el petróleo aumentó un 14% en los últimos 30 días, una tendencia que podría agravarse.

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