“Los mercados han sido demasiado complacientes,” dijo al periódico 'The Telegraph' el estratega de deudas soberanas Nicholas Spiro. “Las perspectivas de un Gobierno estable y dispuesto a reformar algo en Italia son muy escasas. Creemos que viene una sorpresa desagradable”.
Las perspectivas de un Gobierno estable y dispuesto a reformar algo en Italia son muy escasas. Creemos que viene una sorpresa desagradable”Mario Monti y la izquierda italiana están afectados por un escándalo vinculado a la ayuda del Banco de Italia a la entidad privada Monte dei Paschi. El ente regulador desembolsó 3.900 millones de euros entre 2006 y 2009, pese a lo riesgosos que eran los juegos con derivados que llevaba a cabo la dirección del banco.
Aprovechándose de la polémica desatada, el ex primer ministro Silvio Berlusconi hizo tambalear a la élite política del país a tres semanas de las elecciones, recuerda el experto. Regresó en la lucha de los partidos jurándose poner fin al régimen de austeridad “impuesto por Alemania” y suprimir el polémico impuesto sobre el patrimonio. Su agrupación, Pueblo de la Libertad, ya recuperó el 28% en la intención de voto, según recientes sondeos. Pero su éxito, a juicio del entrevistado, solo dificultaría la capacidad del futuro Parlamento de conformar un gabinete capaz de avanzar en las reformas.
El mismo efecto tendría la crisis política que se está desarrollando paralelamente en España, alrededor del caso de los sobresueldos del Partido Popular, conocido como 'los papeles de Bárcenas'. El presidente del Ejecutivo español, Mariano Rajoy, se vio obligado a ofrecer explicaciones al público en un intento de recuperar la credibilidad moral del Gobierno. Sin embargo, las encuestas revelan que hasta el 60% de sus propios partidarios no confían en esas explicaciones. La petición nacional que busca su dimisión ya ha sido firmada por 800.000 personas.
La situación en estos dos países del sur de Europa es lo bastante sincronizada como para que el periódico la calificara de “crisis gemela”.