Le siguen en la lista el franco suizo, la corona sueca, el peso mexicano, los dólares de Australia y Nueva Zelanda.
La estimación no tiene que ver con lo atractivas que son las imágenes femeninas usadas en algunos de los billetes, aseguró el experto, Kit Juckes. Otros factores más tradicionales determinan una seducción relativamente mayor de algunas de las divisas para los tratantes, explicó. Son cotizaciones altas, una balanza de pagos sana y un crecimiento fuerte.
El investigador mostró también en un gráfico que la atracción de las monedas les ayuda a conseguir una alta ‘paridad de poderes adquisitivos’: una propiedad que revela lo cara que es la divisa. En principio las monedas ‘más sexys’ son también muy caras, con la excepción del líder del ranking.
En comparación con sus ocho competidoras, que el experto colocó por encima del dólar estadounidense, la corona noruega resulta bastante infravalorada. El estratega no explicó por qué esta desventaja no afectó la atracción de la divisa, sino lo percibió como una paradoja.