Un reciente acuerdo de Rothschild como asesor financiero de la junta directiva de la empresa de exportación de oro Spanish Mountain Gold es, junto con otros datos, una muestra inequívoca del interés de la dinastía en aumentar su control estratégico sobre el oro, moviéndolo hacia los mercados emergentes y hacia bancos centrales por todo el mundo.
A principios del presente siglo Jacob Rothschild anunció que su compañía inversora, RIT Capital Partners, organizó “carreras” de precios del oro, pero iba dejando de hacerlo para reducir los precios.
Sin embargo, estas maniobras podrían ser solo parte del plan de los Rothschild para comprar grandes cantidades de oro cuando alcanzaran su precio mínimo. Actualmente, con las principales monedas mundiales muy inestables, la demanda del oro va creciendo y los Rothschild no quieren perder su influencia en el mundo financiero.
Al mismo tiempo, la propia familia demuestra así su claro interés en los mercados emergentes orientales y en primer lugar, en China.
El plan chino de desarrollo para los años 2011-2015 “ofrece grandes oportunidades para inversores tanto chinos como nacionales” y “RIT Capital Partners planea aprovecharlas”, declaró Jacob Rothschild durante un viaje a China.
El Gobierno chino apuesta por siete ramas de la industria como biotecnologías, energías alternativas, materiales innovadores y nuevas IT. Actualmente las compañías de estos sectores aportan un 3% al PIB del país, pero para 2020 su contribución debe alcanzar un 15%. Por eso la dinastía banquera de origen alemán podría utilizar sus reservas de oro para invertir en China.