Apple y el fabricante brasileño Gradiente disputaban esta marca, aunque la batalla la ganó la compañía local que pidió el registro de la marca 'Gradiente iphone' en 2000, siete años antes que el gigante estadounidense lanzara su popular iPhone.
La decisión del INPI no priva a Apple del derecho de comercializar sus aparatos en Brasil con el nombre iPhone, "porque el INPI no tiene interferencia en la comercialización", pero da a la empresa brasileña Gradiente la posibilidad de reclamar esa exclusividad en la Justicia, según aclararon las autoridades reguladoras brasileñas.
En diciembre de 2012 Gradiente asombró al mercado sacando a la luz un teléfono con el nombre Gradiente iPhone Neo One, lo que aceleró una decisión del registro de marcas.
El INPI afirmó que comprendía que Apple iba a apelar esta decisión, sin embargo la empresa estadounidense no hizo comentarios al respecto.
Las autoridades reguladoras brasileñas
afirman que Apple alegaba que Gradiente no debía utilizar este nombre debido a que no utilizó la marca durante varios años hasta diciembre de 2012.
El 'smartphone' de Gradiente utiliza el sistema operativo Android y cuesta unos 300 dólares, mientras el iPhone 4 de Apple se vende por casi 1.000 dolares en Brasil.