Además, el G-20 se compromete a no devaluar las monedas con fines competitivos.
"Reconocemos que la excesiva volatilidad de los flujos financieros y los movimientos desordenados de los tipos de cambio tienen repercusiones adversas en la estabilidad económica y financiera. Nos abstendremos de una devaluación competitiva de las monedas. No vamos a orientar nuestros tipos de cambio a fin de competir, nos abstendremos de todas las formas de proteccionismo y mantendremos abiertos nuestros mercados", se afirma en el comunicado.
Los ministros de finanzas y los jefes de los bancos centrales del G-20 destacaron los importantes riesgos que amenazan a la economía mundial, cuyo ritmo de crecimiento es aún muy débil y el desempleo es alto.
"De todas formas, los riesgos importantes persisten y los ritmos de crecimiento de la economía mundial aún siguen siendo demasiado débiles y los niveles de desempleo en algunos países son inaceptablemente altos", advierte el G-20 en su comunicado.