“El impacto de los recortes una vez que pasen uno o dos meses, que siempre se puede jugar un poco con los números, es importante no solo para la economía de EE.UU. sino para todos aquellos que exportan a EE.UU. y también para aquellos que trabajan en EE.UU. y envían remesas a sus países”, dijo a RT el economista Claudio Loser.
“Por ejemplo, de América Latina, de México, de Centroamérica e incluso del Caribe que ya van a ver muchas veces sus trabajos afectados y no van a poder enviar las remesas, que son miles de millones de dólares, a su países de origen”, agregó.
El secuestro presupuestario es una medida fiscal que supone recortes automáticos por un total de 85.000 millones de dólares para equilibrar el presupuesto nacional estadounidense.