Airbus y Boeing prevalecen en el mercado de los grandes jets de pasajeros, pero una serie de cambios en el sector podría empezar a erosionar ese dominio cediendo lugar a modelos más eficientes en consumo de combustible como la canadiense Bombardier y la brasileña Embraer, según informa el diario estadounidense The Wall Street Journal.
La probabilidad de una competencia más intensa ya está obligando a los dos gigantes a evaluar costosas modificaciones en sus modelos más populares. Boeing ya se ha marcado como objetivo lanzar su línea de naves 737 de un solo pasillo. Airbus, una filial de European Aeronautic & Space Co., también estudia cambios en los A320, aunque no se espera una decisión inmediata.
Ni Boeing ni Airbus tenían la intención de emprender una iniciativa tan cara en el corto plazo. Sin embargo, sus clientes han empezado a pedir modelos más eficientes en el consumo de combustible en precisos momentos en que los fabricantes más pequeños producen aviones rivales.
Bombardier se ha dedicado a construir aeronaves más pequeñas y, por lo tanto, nunca representó una gran amenaza para Airbus y Boeing. El fabricante de Montreal, no obstante, promete ahora que la nueva línea de aviones de 150 asientos que está desarrollando, la CSeries, mejorará en 15% el consumo de combustible frente a sus modelos actuales, los 737 y los A320. "Tenemos una ventaja con nuestra tecnología totalmente novedosa", dice Gary Scott, director del negocio de aviones comerciales de Bombardier.
La línea CSeries no puede competir con todos los modelos 737 y A320, que tienen capacidad para un máximo de 200 pasajeros y vuelan distancias más largas. Pero la nave de Bombardier podría llevarse una tajada importante del segmento inferior de ese mercado.
Embraer, como se conoce el fabricante brasileño Empresa Brasileira de Aeronáutica SA, considera lanzar una versión mayor de su jet regional más grande, que podría competir con el CSeries de Bombardier. "La razón principal por la que Boeing y Airbus evalúan" estos cambios es la CSeries y los nuevos motores que utilizará, dijo Henri Courpron, del banco de inversión y consultora de aviación Seabury Group.
Para Boeing y Airbus, la posibilidad de introducir cambios en sus principales líneas de aviones llega en un momento difícil. Boeing ha invertido miles de millones de dólares en el desarrollo de su 787 Dreamliner, considerado como el avión comercial más sofisticado construido hasta la fecha.
Airbus se encuentra en una situación bastante parecida. Su superjumbo A380 y su avión militar A400M están atrasados y en números rojos.
Además, la Comisión Mixta para el estudio del Cambio Climático analizó el impacto medioambiental que provoca la aviación en una comparecencia de representantes de los fabricantes Boeing y Airbus, de AENA y del Observatorio de Sostenibilidad en la Aviación (OBSA). Señaló que el diseño de aviones de menor peso y de menor tamaño, fabricados en gran parte con fibra de carbono, con menos consumo de combustible (dado que un kilo de queroseno supone lanzar a la atmósfera 3,16 kilos de CO2), y la búsqueda de nuevos combustibles (biocombustibles) pueden ser la solución para reducir el impacto medioambiental de las aeronaves.