Rubricar el contrato con el líder mundial en la extracción de petróleo, Rosneft, figura en la agenda de las siguientes jornadas del viaje del presidente chino, Xi Jinping, que ya se encuentra en Moscú. Previamente se acordó triplicar los suministros a China en los próximos cinco años o, en cifras exactas, incrementarlos en unos 34 millones de toneladas.
Así, hacia el año 2018 la entrega de petróleo ruso a China alcanzará el índice diario de un millón de barriles, lo que corresponde aproximadamente a 50 millones de toneladas anuales, convirtiendo a la segunda economía más grande del mundo en este momento en el primer importador del hidrocarburo ruso.
Por otro lado, las empresas Gazprom y CNPC, dos gigantes del sector de producción y suministro de gas, han firmado este viernes un memorando sobre la ‘ruta oriental’ de distribución de gas natural, procedente de los yacimientos de la república rusa de Sajá. Al evento empresarial asistieron los presidentes de Rusia, Vladímir Putin, y de China, Xi Jinping.
Los precios de los suministros posteriores están todavía sujetos a negociación bilateral, admitió el presidente del Consejo de Directores de Gazprom, Víctor Zubkov. China pidió un precio básico inferior que el dictado por el mercado internacional y en diciembre pasado Gazprom aceptó bajar este índice.
Sin embargo, el documento rubricado “tiene un carácter estratégico y duradero”. Según dijo el consejero delegado de la misma empresa, Alexéi Míller, “fundamenta el posterior contrato de 30 años sobre el suministro de gas desde Rusia a China”.