Esta inesperada obra de caridad fue realizada por un grupo de presidiarios de la cárcel central de Chipre, quienes reunieron 11.649 dólares y los donaron a una clínica de voluntarios para ayudar a los más necesitados a recibir atención médica gratuita.
Según informó la diputada chipriota del Parlamento Europeo, Eleni Theocharous, y cirujana pediatra que también maneja la primera clínica de voluntarios de Nicosia, los reos, muchos de los cuales cumplen largas penas, tomaron el dinero de los 300 euros que las autoridades les permiten guardar para hacer compras semanales en el comedor de la prisión.
“Los reclusos consideran que el acceso a la atención médica es tan importante como la alimentación en momentos en que las familias de bajos ingresos están tratando de sobrevivir a los problemas financieros por los que atraviesa el país”, dijeron a los periodistas los familiares de los presidiarios.
Agregaron también que los presos desean que esta sea la primera de muchas otras donaciones de su grupo.
Por su parte, Theocharous dijo haber quedado estupefacta ante la inesperada muestra de caridad por parte de personas a las que la sociedad suele olvidar.