El multimillonario ruso Román Abramóvich ya no es el propietario del mayor yate del mundo. El barco Azzam, botado en la ciudad alemana de Bremen, superó en dimensiones el barco Eclipse del dueño del club de fútbol Chelsea.
Azzam, valorado en unos 609 millones de dólares, tiene una superficie de dos campos de fútbol y 180 metros de eslora. El yate es también uno de los más rápidos del mundo ya que puede alcanzar una velocidad de 30 nudos (55 km/h). El nombre del propietario del barco de lujo no se ha dado a conocer aunque según algunas fuentes puede pertenecer a la familia real saudí.
El diseño del yate es italiano y la nave fue construida en cuatro años por la empresa alemana Lurssen Yachts.
Por lo tanto, Azzam ha dejado atrás al Eclipse de Abramóvich, de 169 metros de eslora, dos piscinas, dos helipuertos, una discoteca y alrededor de 30 camarotes. El buque puede alcanzar una velocidad de unos 25 nudos (46 km/h) y también está equipado con un minisubmarino y un sistema de defensa antimisiles.