La decisión fue anunciada por el Ministro indio de Exteriores, Salman Khurshid, durante una reunión en Teherán con su homólogo iraní Ali Akbar Salehi.
Más adelante, un equipo de expertos de la India visitará Irán para evaluar la inversión necesaria para el desarrollo del puerto, situado en el sureste de Irán, en la frontera con Pakistán. Los medios indios señalan que se trata de unos 100 millones de dólares.
La India concibe a Irán como un aliado estratégico a la hora de fomentar sus intereses económicos, particularmente los energéticos.
La decisión demuestra también los intereses que hay sobre Afganistán, del que la India espera ser un importante socio comercial para ayudar a explotar sus recursos minerales.
"La convergencia de puntos de vista entre la India e Irán va más allá del ámbito de las relaciones bilaterales y se extiende al ámbito regional e internacional", declaró el canciller indio, añadiendo que el proyecto del desarrollo del puerto "refleja nuestro compromiso con la estabilidad y la paz en Afganistán".
Además, los medios indican como un importante motivo de la decisión del país asiático el hecho de que China asumiera la gestión del puerto pakistaní de Gwadar, situado a 76 kilómetros del de Chabahar.
Cabe mencionar que la decisión de la India se produce a pesar de la fuerte presión de EE.UU., que en su campaña contra el programa nuclear de Teherán se opone a cualquier tipo de inversión en el desarrollo de las infraestructuras de la nación persa.