"Si salimos de la UE, terminaríamos este debate estéril (de la membresía de Gran Bretaña en la UE) y tendríamos que reconocer que la mayoría de nuestros problemas no son por Bruselas", sino por el crónico cortoplacismo británico, la gestión inadecuada, la pereza, la escasa formación, la cultura de la gratificación fácil y la falta de inversiones", publicó 'The Daily Telegraph' las palabras del alcalde de Londres, Boris Johnson.
El discurso del político conservador apareció poco después de las polémicas declaraciones de dos ministros del Gobierno, Michael Gove y Philip Hammond -Educación y Defensa, respectivamente-, que subrayaron que si se celebra un referéndum sobre el destino de Gran Bretaña en la Unión Europea votarían a favor de la salida del país de la UE.
Sin embargo Johnson, quien según varios expertos podría ser el sucesor del primer ministro David Cameron, considera errónea la opinión de que la salida de Gran Bretaña del bloque europeo significaría el fin de la crisis económica en el país.
A principios del año el primer ministro británico, Cameron, anunció que su país estudia la posibilidad de abandonar la UE si no se emprenden reformas serias dentro de la organización. Entre tanto, la sociedad británica se ha dividido en aquellos que quieren ver a su país fuera de la UE y los que, al contrario, por muchas razones ven positiva la integración en la comunidad.