Sin embargo, la política de la administración Clinton y el fuerte crecimiento económico ha hecho que todos los residentes de EE.UU. aumentaran sus ingresos. En la pasada década se registró una disminución de los ingresos reales de la clase media. En resultado, la mitad de los hogares ganan más que el ingreso medio en el país, mientras que la otra mitad no está a la altura de ella. Un 1% de las familias más ricas ha aumentado sus ingresos reales en un 278% en los últimos 30 años. Paralelamente, los presupuestos de los hogares de clase media crecieron menos de un 40%.
Todo ello coloca a la economía de EE.UU. en una situación muy peligrosa, y última vez la brecha de esta índole se transformó en la Gran Depresión.
La curva del Gran Gatsby
A fin de ilustrar la relación entre la concentración de la riqueza en una generación y la capacidad de las generaciones futuras para ascender en la escala económica, Alan Krueger introdujo el término especial "curva del Gran Gatsby" que demuestra que los ingresos de los padres determinan completamente los ingresos futuros de sus hijos.Ahora en EE.UU. la correlación entre los padres y sus hijos es aproximadamente del 0,50 y las probabilidades de que una persona nacida en una familia con bajos ingresos vaya a ganar igual que los ricos son muy ilusorias.
Utilizando la curva del Gran Gatsby, el economista pronostica que la desigualdad de ingresos en la próxima generación de estadounidenses se incrementará en alrededor de un cuarto.
La brecha de ingresos y la erosión de la clase media ya han perjudicado a la economía de EE.UU. Una familia promedio no puede permitirse el lujo de comprar muchos bienes y servicios. Por lo tanto, el consumo de EE.UU. se reduce y esto a su vez conduce a una desaceleración en el crecimiento económico.