El salto que vieron la semana pasada los niveles a los que los bancos de China se prestan unos a otros evocó los recuerdos de la crisis de crédito que sacudió a la economía estadounidense en 2008, según escribió el diario 'The Washington Post'.
Se trata de una dependencia de nuevas deudas que se crean cada día
Además las cifras de la actividad industrial china, que registró una caída de hasta su peor nivel en nueve meses, enviaron otra señal siniestra fomentando más alarma por la ralentización de su economía.
Estos factores contribuyeron a la volatilidad en los mercados de valores estadounidenses. La semana pasada los mayores índices de Wall Street registraron su peor caída en siete meses.
Durante años China parecía un lugar inundado de dinero, donde emergían brillantes aeropuertos, autopistas y ciudades enteras de la noche a la mañana.
Pero según expertos, aquel impresionante crecimiento económico se debía a la deuda que los gobiernos locales ahora tratan de pagar, mientras la economía se desacelera.
“Se trata de una dependencia de nuevas deudas que se crean cada día”, dijo Anne Stevenson-Yang, cofundadora de J. Capital Research, una empresa con sede en Pekín.
Los analistas afirman que China está entrando en un círculo vicioso, ya que cuanto más se contrae la economía, se vuelve más difícil pagar la deuda. Cuanto más impagos hayan, más bancos van a restringir los préstamos que podrían impulsar la economía.