El estudio de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) muestra que las economías latinoamericanas reúnen actualmente el 13% de las inversiones directas en el exterior (IDE) chinas en el mundo, o lo que es lo mismo: unos 31.000 millones de dólares.
La CEPAL señala que entre 2003 y 2009 las empresas chinas habrían invertido 24.000 millones de dólares directamente en el sector de los recursos naturales, la industria y los servicios de América Latina.
Por otra parte, la CEPAL subraya la marginalidad de las IDE latinoamericanas en China. Los siete países que invierten en el gigante asiático (Argentina, Brasil, Chile, México y en menor medida Colombia, Perú y Venezuela) no son ni el 0,1% del total de las IDE en China, lo que representa entre 70 y 80 millones de dólares.
En 2009 el volumen del comercio bilateral entre ambas regiones llegaba a los 120.000 millones de dólares. Las exportaciones latinoamericanas, principalmente conformadas por materias primas y primarias, hacia Asia ascendían a 103.000 millones de dólares, el 15% del total de las exportaciones de la región.
EE.UU. recibía el 42% de las exportaciones latinoamericanas y la Unión Europea (UE) el 14%.
Según la CEPAL, China podría arrebatarle a la UE el puesto de segundo socio comercial de América Latina a partir del 2014.
El comercio chino-latinoamericano se destaca por ser bastante desequilibrado. Los países exportan principalmente materias primas y primarias con escaso valor agregado (soja, hierro, cobre, petróleo, etc.), mientras que China exporta productos manufacturados tales como textiles, papel, automóviles, productos electrónicos y tecnológicos.
China ha pasado a ser un mercado de exportación clave para seis países: Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica, Cuba y Perú.
Entre 2005 y 2008 cinco países representaban el 86% de las exportaciones del subcontinente hacia China: Brasil (33%), Chile (25%), Argentina (12%), México (9%) y Perú (7%).
Al mismo tiempo Argentina, Brasil, Chile, México, la República Dominicana, Paraguay y Perú se han vuelto más dependientes de las importaciones chinas. Entre 2000 y 2009 las importaciones chinas aumentaron de un 4,6% a un 12,4% (las importaciones de EE.UU. decrecieron del 18,9% al 13,2% del total y las de la UE del 23,5% al 16,8%).
Las importaciones mexicanas de China crecieron en 2000-2009 de un 2,2% al 13,9%. En el mismo período, las importaciones mexicanas de EE.UU. pasaron del 71,2% al 48,1% y las de la UE del 8,4% al 11,7%.
México es el principal importador de productos manufacturados chinos en valor monetario en América Latina.