China sigue avanzando, pero a un ritmo más lento. El gigante asiático no ha prometido nada a nadie, opina el profesor de economía Evgueni Avdolushin, y subraya que el país no tiene intenciones de seguir siendo una 'locomotora' para otras economías. Según su opinión, en un futuro próximo, las autoridades chinas tendrán que centrarse en tres problemas clave: los factores demográficos, la escasez de recursos energéticos y las cuestiones medioambientales.
"Durante los próximos 10 años la tasa de crecimiento del PIB no bajará hasta el 6%. Probablemente se mantendrá a un nivel no inferior al 7%", comentó al canal ruso 'Vesti' el economista chino Fan Mintai, subrayando que los problemas de la liquidez interbancaria en el país y del sector de los créditos son solucionables.
Pekín ya está resolviendo estos problemas. Así, el Banco Central de China ha reforzado la regulación y ha introducido nuevos requisitos para los bancos, exigiendo que institutos financieros "manejen la liquidez", notó el economista.
El pronóstico oficial de Pekín del crecimiento del PIB para este año es del 7,5%. El año pasado, la cifra llegó al 7,8%. El promedio de la tasa de crecimiento del PIB de China entre 1999 y 2012 salda al 9,9%.