Esta posible contracción del crédito tiene que ver con la crisis de liquidez. La burbuja crediticia ha sido denunciada desde hace meses como uno de los retos al desarrollo progresivo de China. No obstante, el proceso aún puede resultar totalmente controlado por las autoridades nacionales, según dicen los expertos encuestados por la agencia Bloomberg.
El pasado 5 de julio el jefe del Gobierno del país, Li Keqiang, admitió que el "uso irracional" de capitales perjudicaba la reorganización de la economía nacional. Advirtió también que las autoridades financieras mantendrán solo una "oferta justificada" de los recursos monetarios.
"Mientras los diseñadores de políticas amortigüen el impacto mediante medidas fiscales y el tipo de cambio, el daño a la economía podría ser modesto", opina el economista jefe del grupo para China del Banco Real de Escocia, Louis Kuijs. Su estimación de la futura contracción está por encima del nivel promedio y en su opinión este fenómeno "aumenta los riesgos de una caída".
Sin embargo, el experto aprueba el actual modo de actuar de las autoridades chinas, al igual que lo hace la mayoría de los analistas consultados. Sostiene que los políticos avisan con antelación sobre las reformas financieras que van a realizar.
Según estiman los mismos expertos, en el segundo trimestre de este 2013 el producto interno bruto de China aumentó un 7,5%. Las estadísticas oficiales referentes a ese período, que serán publicadas el próximo 15 de julio, podrían alarmar por una desaceleración o, al contrario, confirmar la tendencia positiva en la segunda economía más grande del mundo, avisa Bloomberg.