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El albergue de sueños incumplidos
Desde 1982, cuando los mexicanos Francisco Loureiro Herrera y su esposa Gilda Esquer inauguraron su centro de acogida de migrantes a pocas manzanas de la frontera con EE.UU., miles de personas pasaron por sus habitaciones. Las paredes de su albergue en la ciudad de Nogales (Sonora) guardan múltiples sueños no cumplidos. Decenas de personas llegan allá a diario al ser deportadas como indocumentadas desde Arizona o Nuevo México. Mientras, otros aún están diseñando sus planes de viaje al norte.




















