En el marco de las celebraciones del 72.º aniversario de la Victoria sobre el nazismo en Rusia, el Ministerio de Defensa del país ha publicado imágenes únicas de los niños de la Gran Guerra Patria. ¿Qué pasó con ellos durante los cuatro largos años de la batalla más sangrienta en la historia de Rusia? ¿Cómo les ayudó el Estado cuando sus padres se fueron a combatir el nazismo? En esta galería les presentamos la historia de los huérfanos de la retaguardia.
Desde los primeros días de la guerra empezó la evacuación de los niños de las partes occidentales de Rusia hacia el interior del país.
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Archivo Central del Ministerio de Defensa de la Federación de Rusia
Normalmente los niños eran evacuados en trenes, pero en algunos casos se recurría a vías de navegación interior.
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Durante los dos primeros años de la Gran Guerra Patria desde el frente de batalla fueron evacuados 167.223 niños de 976 hogares infantiles y orfanatos.
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Establecerse en un nuevo lugar no era una tarea fácil: durante la guerra faltaban todos los objetos cotidianos: no solo libros y juguetes, sino también utensilios de cocina, mesas y sillas, e incluso cosas tan básicas como ropa, mantas y camas.
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Además, siempre se cernía el riesgo de una nueva evacuación a medida que el frente se aproximaba hacia el interior de la URSS en los primeros años de la guerra.
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Durante la guerra el número de huérfanos aumentó considerablemente a causa de las pérdidas humanas en la batalla.
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Como consecuencia, la cantidad de orfanatos se incrementó dramáticamente.
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En la región de Yaroslavl, por ejemplo, en septiembre del 1941, tres meses después del comienzo de la guerra, el número de hogares infantiles se multiplicó por 12. Este crecimiento drástico se observó también en otras regiones del país.
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Desde el año 1942 se creó en la URSS una comisión especial para la distribución de los niños sin padres. La red de los centros de acogida se expandía por el país, y los servicios de búsqueda de niños perdidos operaban en todo su inmenso territorio.
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Muchos de los niños que perdieron a sus padres o no podían encontrarlos eran acogidos en los hogares infantiles.
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Los niños de menos de 14 años se acogían a programas nacionales de patrocinio o de adopción.
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Los mayores de 14 años trabajaban en las industrias o en las explotaciones agrícolas que suministraban al frente.
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Los profesores a menudo apadrinaban a los hijos de los soldados, les proporcionaban educación o los ayudaban a buscar un alojamiento temporal o un trabajo.
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Durante la guerra, cientos de miles de niños que se encontraban en orfanatos fueron adoptados por los habitantes de las zonas de la retaguardia.
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Para el año 1945, cuando la guerra terminó, el número de huérfanos adoptados alcanzó la cifra de 308.000, y las adopciones continuaron muchos años después de la victoria sobre el fascismo.
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