Solidaridad entre los escombros: rostros e historias de los rescatistas del terremoto en México
Edificios colapsados, casas destruidas y más de 300 fallecidos fue el saldo del terremoto de magnitud 7,1 que azotó a México el 19 de septiembre, una tragedia que sacudió los corazones de muchos tanto dentro como fuera del país. Una semana después, México trata de recuperarse con la ayuda de verdaderos héroes: personas comunes y corrientes que prestan sus manos y su tiempo para levantar al país de los escombros, a pesar de que la esperanza de encontrar vida se desvanece.
A Jerónimo Rodríguez le impactaron los numerosos cadáveres que tuvo que ver tras el terremoto.
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Omar Torres
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Rubén Benítez, empresario e instructor de buceo de 57 años, se ofreció de voluntario como 'topo': los que se entrañan en las ruinas de los edificios colapsados. Para él, lo más conmovedor fue ayudar a la gente que lo perdió todo.
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Pola Díaz se ofreció de voluntaria como 'topo'. Lo que más impactó a esta trabajadora social y rescatista de 53 años fue ver a los jóvenes ayudando tras la destrucción.
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Miguel Ángel Sesma, licenciado en seguridad pública de 40 años, se ofreció como voluntario en gestión integral del riesgo. Sesma fue sorprendido por las edades de los rescatistas y la cantidad de mujeres que ayudaban.
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El momento más memorable para Rubén Sánchez fue cuando rescó a una niña con vida.
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El sargento Luis Áviles, miembro del Cuerpo de Bomberos de Baja California Sur, se ofreció como bombero, paramédico y rescatista.
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Evelyn De Sollano Luna, estudiante de criminología, se ofreció para descargar provisiones y alimentos para los afectados. La joven de 21 años fue conmovida por la cooperación de los discapacitados para ayudar a los demás.
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Leticia Guevara, auxiliar de enfermería de 32 años, ayudó a remover escombros, descargar provisiones y dar apoyo en las vallas. Lo que más emocionó a Guevara fue "la unidad del pueblo mexicano".
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Arlette Salyano se ofreció como especialista en gestión integral de riesgos de desastres. La abogada notó que la reacción del pueblo fue la misma que tras el terremoto de 1985.
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Ran Maman, miembro de 39 años de las Fuerzas de Defensa de Israel, llegó a México para ayudar en las operaciones de rescate.
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El capitán Fernando Valencia, miembro del Cuerpo de Bomberos de Baja California Sur, se ofreció como bombero, paramédico y rescatista.
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Iliana Betzua se ofreció para dar asistencia médica, remover escombros y descargar provisiones. La enfermera de 51 años fue conmovida por "la hermandad" entre la gente.
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El piloto de avión Alberto Fuentes, de 58 años, se ofreció para ayudar en diferentes tareas. Su comentario durante la sesión fotográfica de este 25 de septiembre fue "gracias a Dios puedo estar aquí ayudando a otras personas".
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César Arévalo, rescatista profesional salvadoreño de 33 años, trabajó en la recuperación de cuerpos. Lo que más afectó a Arévalo fueron "los niños involucrados en esta tragedia".
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El técnico de electricidad Ismael Villegas se ofreció de voluntario como 'topo'. Villegas había hecho muchos viajes para ayudar en el extranjero, y ahora está ayudando en su propio país.
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Cabo Grisel Valencia, miembro del Cuerpo de Bomberos de Baja California Sur, se ofreció como bombero, paramédico y rescatista.
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Alejandra López se ofreció como voluntaria para coordinar otros grupos de apoyo. La productora de publicidad de 34 años quedó impresionada por la cantidad de personas que ayudaban.
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"No veo caos, veo mucha gente organizada de corazón", dijo Alejandro Torres, ingeniero de sistemas que se ofreció como rescatista.
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Jorge Leonel de Cervantes, DJ profesional de 37 años, trabajó como rescatador y coordinador de recogida de basura y de limpieza de sanitarios móviles.
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