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El espeso manto de humo no da respiro a los moscovitas

La manta de humo que ha estado cubriendo Moscú desde hace varios días ayer apenas se hizo un poco más transparente. Al mediodía los especialistas del Departamento de Sanidad de Moscú anunciaron que la concentración de monóxido de carbono en el aire había bajado algo y por el momento supera en cuatro veces las normas permitidas. Pero los habitantes de la capital siguen inhalando el humo cáustico que complica la respiración, irrita los ojos y limita la visibilidad.










