Los muros siempre han sido una manifestación vergonzosa de la limitación de la libertad. Hoy en día ese fenómeno sigue vivo, mientras se siguen construyendo cada día más y más kilómetros que separan naciones, pueblos y hasta familias enteras.
Los muros siempre han sido una manifestación vergonzosa de la limitación de la libertad de los pueblos que humilla la condición humana. Hoy en día, pese a la caída en 1989 del mayor símbolo histórico de la separación, el Muro de Berlín, el fenómeno continúa vivo mientras se siguen construyendo cada día más y más kilómetros que separan naciones, pueblos y hasta familias enteras.