Vestigios de un imperio: China transforma dos portaaviones soviéticos en museos

Dos vestigios del desaparecido imperio soviético están anclados en China convertidos en parques temáticos. Se trata del Kiev y el Minsk, dos antiguos portaaviones de la Armada soviética.
Los legendarios cruceros portaaviones pesados del proyecto 1143 (de los que se construyeron cuatro unidades), prestaron servicio en la Armada soviética desde los 70 hasta finales de los 80. La cabeza de serie, el Kiev, en servicio desde 1975, dio inicio a una nueva clase de buques: los cruceros portaaviones pesados, que combinaban el potencial ofensivo de un ala aérea de 30 aviones de asalto con el potencial ofensivo de misiles de crucero. / vlad-hunrider.livejournal.com
A diferencia de los de EE.UU., los portaaviones soviéticos de la época estaban desprovistos de interceptores F-14, una carencia que compensaban con tres niveles de defensa aérea con misiles y cañones de distintos alcances. / Jason Lee / REUTERS
Armado con cañones antiaéreos y picos de misiles con lanzadores de rampa, y con los aviones rugiendo en su cubierta, este gigante de 270 metros de eslora constituye un espectáculo que visitan miles de turistas de todo el mundo. El híbrido de crucero de misiles y portaaviones no destacó por sus capacidades de combate, pero sin embargo sí era muy sofisticado desde el punto de vista técnico: en los años 70, ningún otro país del mundo, excepto EE.UU., podía construir una nave similar. / dnevnik-satany.livejournal.com
Contrariamente a la creencia popular, las mayores capacidades militares de la nave no eran sus aviones y helicópteros, sino una amplia gama de sistemas de defensa antiaérea, sistemas antisubmarinos, potentes radares y sistemas de misiles antibuque. Incluso los pilotos de los Yak-38 (aviones de asalto de despegue a aterrizaje vertical) bromeaban: "La amenaza militar soviética consiste en despegar, asustar y aterrizar". / Jason Lee / REUTERS
Un empleado limpia un caza estacionado en el interior del antiguo portaaviones soviético Minsk en Shenzhen, en la provincia meridional china de Cantón, el 26 de julio de 2007. El portaaviones fue adquirido el año pasado en una subasta por 128,3 millones de yuanes (16 millones de dólares). / REUTERS
El cabeza de serie Kiev. Las armas de ataque convertían a estos cruceros en una desagradable sorpresa para los potenciales enemigos: 8 lanzamisiles P-500 Bazalt dotados de 16 misiles con 500 kilómetros de alcance. Velocidad de crucero: hasta 2,5 Mach a altura. Peso de despegue: 5 toneladas y ojivas de una tonelada de peso. Un verdadero avión 'kamikaze' no tripulado. Ningún sistema antiaéreo de los 70 podía garantizar una protección segura contra un 'paquete' de 8 Bazalt lanzados al mismo tiempo, siendo suficiente el impacto de un solo misil de este tipo para hundir un crucero o dejar fuera de combate a un portaaviones. / Jason Lee / REUTERS
Sala de estar de una 'suite' presidencial del hotel construido en el interior del portaaviones Kiev, vendido a una empresa china en 1996 para formar parte de un parque temático militar. / Jason Lee / REUTERS
Una empleada limpia el baño de una 'suite' presidencial en el hotel de lujo construido dentro del antiguo portaaviones soviético Kiev, atracado en la playa de Bagua, en las afueras de Tianjin, norte de China, agosto de 2011. / Jason Lee / REUTERS
El Minsk, cuya tripulación la integraban 1.600 hombres, operó en la flota del Pacífico soviética desde 1975 hasta 1991. Paradójicamente, una de las misiones principales de esta flota estuvo dirigida contra China, que agredió a Vietnam en 1979. Entonces los buques de la flota pacífica demostraron su fuerza en el área, colaboraron al pronto cese de la ofensiva china y evitaron que Pekín no pusiera a su flota en acción. / dnevnik-satany.livejournal.com
Dos vestigios del desaparecido imperio soviético están anclados en China convertidos en parques temáticos. Se trata del Kiev y el Minsk, dos antiguos portaaviones de la Armada soviética. 

Uno de ellos está atracado en el muelle en Tianjin, y su 'gemelo' es una de las atracciones del parque temático Minsk World, en Shenzhen.

A primera vista, los dos barcos tienen el aspecto de museos navales flotantes, pues a ambos lados de la cubierta superior reposan réplicas de aviones y misiles. Además, el puesto de mando y control en la superestructura conserva su aspecto original.
 
Pero cuando el visitante baja a las cubiertas inferiores se sorprenderá de la opulencia y la ostentación que lo rodean: la parte interior del antiguo portaaviones soviético Minsk se ha convertido en un hotel con 148 habitaciones, algunas de ellas de lujo, y alberga un restaurante de cocina ucraniana.