Las mejores ilusiones ópticas que engañarán a su cerebro

El libro de Clive Gifford 'Eye Benders: The Science of Seeing and Believing' explica cómo nuestro cerebro ve colores, tamaños, formas e incluso movimientos que en realidad no existen.
Imágenes como este elefante con las piernas disociadas interfieren en la habilidad del cerebro para detectar patrones y llenar los vacíos visuales. / CLIVE GIFFORD
Los cuadrados rosados y rojos son en realidad del exactamente mismo color. Los cuadrados de colores que rodean el "rojo" y el "rosado" hacen el cerebro verlos como diferentes. / CLIVE GIFFORD
Esta imagen 'zen' engaña a nuestro cerebro para buscar patrones evocando hojas que reciben una brisa. / CLIVE GIFFORD
La combinación de patrones y colores engaña el cerebro, haciéndolo pensar que este remolino psicodélico inmóvil en realidad se está moviendo. / CLIVE GIFFORD
Nuestros ojos están constantemente escaneando la imagen, lo que es al menos parcialmente responsable de ilusiones que parecen moverse, como estas ruedas. / CLIVE GIFFORD
Cada círculo naranja es del mismo tamaño, pero los cirulos azules engañan la parte de nuestro cerebro que mide la perspectiva y la escala. / CLIVE GIFFORD
A primera vista, nos parece que el cubo tiene siete colores. Sin embargo, el cuadrado central de color naranja en el frente y el cuadrado central de color marrón en la parte superior son en realidad del mismo color. / CLIVE GIFFORD
Las cajas azules engañan el cerebro para que vea las líneas rojas convergentes. En realidad, todas las líneas son paralelas. / CLIVE GIFFORD
El Herman Grid es una de las más famosas ilusiones ópticas. En teoría, funciona porque engaña al proceso neuronal que nos ayuda a distinguir diferentes colores. / CLIVE GIFFORD
El libro de Clive Gifford 'Eye Benders: The Science of Seeing and Believing' explica cómo nuestro cerebro ve colores, tamaños, formas e incluso movimientos que en realidad no existen. Y, aunque todavía tenemos que aprender mucho sobre el funcionamiento del cerebro, el autor recoge las teorías que mejor explican la forma en la que nos dejamos engañar, asegura Wired. 

De esta forma, algunas de las ilusiones más antiguas utilizan colores y formas sencillas para engañar nuestro sentido de la escala y la perspectiva. Otras tienden a confundir nuestra proclividad a ver patrones y llenar los vacíos visuales. Y las ilusiones que parecen moverse son quizás las más interesantes: nuestro cerebro reexplora constantemente las cosas que ve, "como una cámara digital nerviosa que autoenfoca continuamente y ajusta el cristalino del ojo", explica Gifford.