Medio año después de que Mohammed Bouazizi se inmolara, el mundo árabe sigue ardiendo

Mohammed Bouazizi, de 26 años, era un vendedor ambulante de frutas de la pequeña ciudad tunecina de Sidi Bouzid, quien se inmoló públicamente en protesta por la miseria, la corrupción y la arbitrariedad de la Policía. Con su acto desesperado, cometido el 17 de diciembre del pasado 2010, el joven desató la revuelta popular que acabó con los 23 años del gobierno autoritario de Zine el Abidine ben Alí. Es más, a pesar de haber muerto en un hospital 18 días después, prendió fuego a todo Túnez y luego a Egipto, de donde la revuelta pasó a otros países árabes como Bahréin, Jordania, Yemen, Marruecos, Libia y Siria.